Historia de San Carlos

          HISTORIA DE SAN CARLOS "La Villa de los Cinco Nombres"



Pueblo histórico de San Carlos, en los Valles Calchaquíes, cabecera del Departamento. Con una población de 4500 h. Con una altitud aproximada de 1.600 msnm. Sobre ruta nacional 40, a 24 km. de Cafayate.
Es una de las más antiguas ciudades de la provincia. Conserva a través del paso del tiempo intacto el aspecto arquitectónico colonial de sus casas en su mayor parte de adobe y ladrillo cocido y de sus angostas calles.
Su fiesta patronal por San Carlos Borromeo es el 4 de noviembre.


Algunos aspectos Históricos:
En 1551 Juan Núñez del Prado funda El Barco II; en 1559 Juan Pérez de Zurita la denomina Córdoba del Calchaquí; en 1577 Gonzalo de Abreu y Figueroa la llama San Clemente de la Nueva Sevilla y en 1630 Felipe de Albornoz le impone el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe. Todas sucumbieron a los nativos en forma sucesiva. A partir de 1630 los jesuitas establecieron en el lugar una Misión bajo la advocación de San Carlos de Borromeo, nombre que persiste hasta en la actualidad. Durante la independencia San Carlos era la principal población vallista, de clara tendencia peninsular, constituyéndose en el centro de la reacción española dirigida por el Coronel Aramburu. Hacia 1813 los oficiales de Tristán saquearon el pueblo y destruyeron todo, para que no cayera en poder de las fuerzas patriotas que avanzaban hacia Salta. En 1817 fue auxiliado el General Gregorio Aráoz de Lamadrid que se dirigía hacia el Alto Perú. Hacia 1790 se inicia la construcción de su iglesia actual que conserva imágenes procedentes del Alto Perú y de Europa. Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941.


San Carlos pudo ser capital de la Provincia de Salta, gracias a la importancia política y económica que adquirió en un determinado momento de su historia. Finalmente una elección sello su destino al perder por un voto de diferencia frente a la ciudad de Salta.
En la época de la independencia, San Carlos era la más importante población vallista, de marcada tendencia peninsular y se constituye en el centro de la reacción española dirigida por el Coronel Aramburú. En 1.813, los oficiales de Tristán saquearon el pueblo y destruyeron todo, para que no cayera en poder de las fuerzas patriotas que después de la Batalla de Tucumán avanzaban hacia Salta.
Allí mismo en 1817 fue auxiliado el General Gregorio Aráoz de Lamadrid con mulas y caballos que con una división a su mando se ririgía hacia el Alto Perú.
Hay excelentes artesanos teleros, cuero, cerámica, simbol y vinos regionales.
Posee hostería y camping municipal.


IGLESIA DE SAN CARLOS BORROMEO - SAN CARLOS 1801/1854

En 1719, el Maestre de Campo Fernando de Lisperguer y Aguirre hizo levantar una capilla en su Hacienda de San Carlos. La construcción de la iglesia actual comenzó en 1801, y fue consagrada en 1854. Esta iglesia, la de mayor tamaño en los Valles Calchaquíes y la única allí con crucero y cúpula, muestra la importancia que tuvo en su momento la región: San Carlos llegó a disputar a la ciudad de Salta el honor de ser capital de la provincia.


La aparición de elementos estilísticos europeizantes evidencia la voluntad de diferenciar y exaltar el edificio de la iglesia. Temblores producidos en 1930 resintieron el techo original, abovedado, lo que obligó a reemplazarlo por cabriadas y chapas de zinc; quedó así alterada la calidad espacial de la nave única, de gruesos muros portantes de adobe. Los brazos del crucero y la cabecera conservan las bóvedas armadas sobre vigas de madera, apoyadas en arcos de medio punto. El fondo del ábside está cubierto por un retablo de albañilería, según lo acostumbrado en todo el Valle.

Sus pesadas puertas fueron talladas por los misioneros. En sus altares interiores se veneran imágenes muy antiguas como la Virgen de la Dolorosa , San Juan, un Cristo penitencial, etc., también es de sumo interés la decoración indígena y la impresión de la escuela del arte cuzqueño.
En la fachada, los luminosos planos de las torres contrastan con las sombras del gran arco cobijo superior y el pórtico de acceso, caracterizado por las columnas que, rotadas respecto al plano general, sostienen tres arcos de medio punto.